domingo, abril 5

Meditación en el Ser

Observar la respiración

Observar la respiración es efectivo ya que puede aplicarse donde sea y cuando sea, porque siempre estamos respirando. Existe una explicación fisiológica respecto a la efectividad de esta técnica para hacer frente a las crisis de estrés. Cuando ocurre un evento que peligrosamente reta tu paciencia o pone de alguna manera en peligro tu seguridad, el corazón se acelera, los músculos se contraen y la respiración se vuelve superficial y rápida. Si normalmente haces 16 respiraciones por minuto, en una crisis probablemente harás alrededor de 32. Al observar tu propia respiración, ésta automáticamente reduce su ritmo, lo que hace que automáticamente te relajes, el pulso se normaliza y los músculos abandonan la tensión. Si puedes relajarse en una crisis, podrás resolver esa crisis.

La siguiente técnica es muy efectiva y fácil de realizar; además, desarrollará en ti una tremenda estabilidad y paciencia. Esto es algo que debería enseñársele a toda la gente a muy temprana edad, ya que se trata de algo simple y efectivo para aliviar el estrés.

Se trata de la técnica de observar tu respiración. Simplemente siente al aire entrar y siéntelo salir. Existen dos métodos que puedes utilizar para conocer mejor tu propio ritmo de respiración.

1) Primero, cuenta las inhalaciones y exhalaciones. Luego. inhala una vez y exhala dos veces. Inhala una vez y exhala tres veces.
Cuenta tus inhalaciones y exhalaciones hasta que la crisis pase, si te encuentras en una situación de estrés; luego tranquilamente evalúa la situación y házle frente.

2) Segundo, al inhalar repite MENTALMENTE “yo soy”; luego, mientras exhalas vuelve a repetir mentalmente “yo soy”. Haz esto hasta que de nuevo te quede claro que, más allá de la crisis temporal en que te encuentras, tú “eres lo que eres”, y esto es suficiente para enfrentar cualquier cosa con paciencia.

En estas situaciones, observar la propia respiración funciona debido a que usas lo más cercano a ti mismo: tu respiración; y la estás usando para detenerte, para controlarte, para centrarte de manera que los pensamientos conmocionales que surgen en situaciones de estrés no te gobiernen ni te hagan reaccionar ciega o tontamente. Por ejemplo, si alguien te insulta y tu impulso inmediato es agredirlo de algún modo, sólo deténte y observa tu respiración por unos cuantos segundos y luego, respóndele. Mientras que te detienes a observar tu respiración, todos los pensamientos conmocionales pasarán por tu mente: “que si esto”, “que si lo otro”, “él no puede decir esto”, “yo le voy a enseñar”, etc. Déjalos a todos pasar sin sentir que tiene que actuar; sólo siente el aire que va dentro y fuera, 1,2,3,4 o “yo soy” “yo soy”, “yo soy” y luego habla. Esto te salvará de una mayor ansiedad y tensión.


- Basado en: Gurutej Singh Khalsa. Elimine el estrés con Kundalini Yoga,
4ª ed., México, Nam Publishers, 2000, págs. 85-86

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