12 de agosto, 1977
Antes de practicar esta meditación, tómate un vaso con agua. Luego, siéntate en postura fácil y pon los brazos sobre el pecho, colocando las manos debajo de las axilas con las palmas abiertas junto al torso. Levanta los hombros lo más posible, tratando de tocarlos contra las orejas. Aplica cerradura de cuello (mete ligeramente la barbilla hacia el cuello sin bajar la cabeza, para alinear las vértebras cervicales) y cierra los ojos. La respiración automáticamente se hará más lenta.
Tiempo: Comienza con 3 minutos. Gradualmente puedes incrementar el tiempo hasta hacer un total de 11 minutos.
Esta meditación es muy buena para la mujer y es esencial que la practique cuando está preocupada o enojada y no sabe qué hacer, o cuando siente ganas de gritar, chillar o portarse mal. Cuando uno es emocional de esta manera o está fuera de su centro, debe poner atención en la proporción de agua en el cuerpo y en el ritmo de su respiración. El cuerpo humano contiene aproximadamente 70 por ciento de agua y su comportamiento depende de la relación que existe en su cuerpo de agua, tierra, aire y éter. La respiración, representando el aire y el éter, es el ritmo de la vida. Normalmente uno respira 15 veces por minuto, pero si se controla y se respira solamente 4 veces por minuto, se impondrá un control indirecto sobre la mente, permitiendo que se calme y se aleje del comportamiento ofensivo. Cuando hay un desequilibrio de agua en el sistema, los riñones tienen que trabajar más y esto puede causar que uno se sienta preocupado y molesto. Si tomas agua y te pones en esta posición, esta cerradura del torso, hombros y cuello frena automáticamente los hemisferios del cerebro. Después de dos o tres minutos no se podrán aprehender los pensamientos, aunque aún estén presentes. Este es un método muy efectivo para balancear la mente funcional.
- Fuente:Kundalini Yoga. Bella y esbelta, p. 33
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