miércoles, julio 28

Contando ovejitas


Cuando es momento de ir a la cama, y sos chiquita no vale eso de: “tengo miedo… me contás otro cuento?”, o eso de… “me contás como era yo cuando chiquita?”, para alargar el momento del descanso. Eso lo sabía bien Kare. Asi que cuando apenas su cabeza tocaba la almohada, apenas salía un: “Buenas noches” y ya soñaba profundo.

Ana es otro cantar. Se da vueltas y vueltas, vueltas carneros, vuelta de panza, vueltas medias, y medias tres cuartos… Canta, le chistea a Kare para que se despierte. Habla sola, habla con las sombras que su mano deja en la pared. Habla… y el sueño no abandona a su hermana para acompañarla a ella.

Alguna vez escuchó en un cuento, eso de ir contando ovejas… Se llenó de valor para contar ovejas. Se le hacía que si las contaba e iban saltando una a una se iban a amontonar en el dormitorio y ella no dormiría con todas ellas allí adentro!!!!. Se dio vueltita y empezó: una oveja, dosh ovejaz, tresh ovejaz, cuatrrro ovejaz, mushas ovejaz,,, y el sueño no venia. Miró de nuevo a su hermana y esta rendida en Morfeo.

Ana pensó nuevamente que eso de contar no era una buena idea, si ella solo contaba hasta diez! Y claro que sabia que habían más números. Otra vueltita de medio bamboleo y empezó: una ovejita blanca, una ovejita chiquita, una oveja grande, una oveja abuela, una oveja hija de la abuela, una oveja hija hija de la abuela, una oveja abuelo, una ovejota, una oveja… Y así entre ovejas familias y ovejas de color llegó el nuevo día.

Ana despertó algo curiosa a demás de despeinada, en el desayuno le preguntó a su hermana:
- Cuando dormish las ovejitas te vienen a visitar?
- No…, a vos shi?- le respondió Kare riéndose con sus ojitos de su hermana
- Y a vos chia? – intentó averiguar para no tomar la leche.
- A mi? – me sorprendió la pregunta,-No a mi no me vienen a visitar las ovejitas
- Gueño, yo las conté, a toditas y ahora no salen de mi cama- apenas dijo esto, Kare soltó una risa que inundó la cocina
- Señorita! Va a ser mejor que las devolvamos al campo, si no… cómo las contás otro dia? – le dije casi riéndome.
- No chia- tomó algo de su leche,- mejor las dejamos ahí, cuando sea de noche, las cuento de nuevo y se van para su casa, shi?- Otra risa de Kare.
- Buena idea!- atiné a decir. Y las tres desayunamos esperando que en cualquier momento alguna de las lanudas hiciera presencia para pedir comida.







Por cierto André. yo prefiero contar pastores antess que ovejitas... aunque espero que las melliz sepan eso cuando tengan 80 años!!!

4 comentarios:

  1. Preciosas las ovejas y el cuento. L de los pastores no lo tengo muy claro. Cierto que en mi caso hablaria de pastoras, pero aún y así UMMMM!! y si no quieren volver a sus pastos con las ovejas????? Y si de tanta pastora al final el que sale de casa soy sho??? y siiii...

    Besotes ;)

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  2. :D

    Sos de los mios!!! pero cuidate con eso de traer a tantas
    Besotes

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  3. Tranki. Eso último no pasará. No tengo nada que ofrecer.

    B'situs

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  4. mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
    no se, no se
    Besotes
    Que tengas un lindo dia
    ;)

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