Hay amores que son tan fugaces como pájaros siempre de viaje peregrinos de un cielo de estío que huyen cuando presienten el frío. Y antes que nos despierte la aurora dejan nuestra conciencia a solas. Dicen "te amo", y es cierto que sienten el amor desde el fondo del vientre y contagian de fuego y tus manos y hacen dulce lo amargo y profano, no hay temor ni prisión ni pavura sólo un tiempo de inmensa ternura. Uno quiere ponerle cadenas retener imposibles arenas, mas, se escurren y van de puntillas por su ropa colgada en las sillas. Y entreabres los ojos inerte, los escuchas partir dulcemente sabes bien que es inútil hablarles, sólo lloras silenciosamente.
Esos amores fugaces
ResponderEliminarVictor Heredia
Hay amores que son tan fugaces
como pájaros siempre de viaje
peregrinos de un cielo de estío
que huyen cuando presienten el frío.
Y antes que nos despierte la aurora
dejan nuestra conciencia a solas.
Dicen "te amo", y es cierto que sienten
el amor desde el fondo del vientre
y contagian de fuego y tus manos
y hacen dulce lo amargo y profano,
no hay temor ni prisión ni pavura
sólo un tiempo de inmensa ternura.
Uno quiere ponerle cadenas
retener imposibles arenas,
mas, se escurren y van de puntillas
por su ropa colgada en las sillas.
Y entreabres los ojos inerte,
los escuchas partir dulcemente
sabes bien que es inútil hablarles,
sólo lloras silenciosamente.