Me gusta mucho la primavera, mucho.
Cuando yo era chica gozaba de las maravillas que encontraba a cada paso viviendo en el campo. Me siento bendecida y agradecida por haber podido experimentar eso y por estar rodeada de personas que me hicieron estar en contacto con la naturaleza, con mi naturaleza.
Al comienzo de la semana pasada, cuando el bus me llevaba de casa al trabajo, cuando del otro lado de la vía los autos, los buses, las motos esperaban en una inquietante procesión el paso libre para llegar a la ciudad, yo de la otra vía iba observando lo que había a mi alrededor y como siempre pasa ... maravillándome de todo.
De tanto en tanto, el rosado casi hipnótico de un tajy pyta (lapacho rosado) se dejaba mostrar algo oculto entre otros árboles pero no lo suficiente para agradar a la vista de quien quisiera ser agradado. Un poco más allá, otro lapacho, en la otra cuadra otro y el que más me hizo sonreír diciendo: ¡Qué rova'ata!! y de la nada sonreír desde todo mi ser, era un tajy amarillo de no más de 2 metros , ¡Un enano! dirían los de su misma especie. ¡Un travieso! dirían los más frondosos... Sí, un tajy amarillo pequeño vibrando desde todo su ser.
Por eso me gusta la primavera.
Porque ella es un testimonio y un adelanto de lo que debe florecer en nosotros.
Es un testimonio porque nos evidencia con olores, colores, texturas, sentimientos, emociones… por lo que hemos pasado para dejar ir todo aquello que nos estanca y nos deja en el pasado, en el gozo que no hay nada mejor que el aquí y el ahora.
Es un adelanto porque nos muestra así como ese rova’ata del tajy amarillo que nuestra vibración es la que nos permite vibrar en un tono más alto, abrazando, relacionándonos con el otro de una manera más genuina. Es momento de florecer… de dejar ir todo aquello que aun no soltamos para estar en armonía con nosotros mismos, para gozar de la paz interior y proyectarnos desde nuestro ser. El único, el genuino, al que realmente amás
Hoy … te deseo la primavera(invierno) más florida de tu vida.
Hoy… deseo que respires siempre como ese tajy rova’ata para llegar a todo tu esplendor.
Hoy… deseo que dejes ir lo que ya no sirve y que florezcas con amor y bendiciones.
Cuando yo era chica gozaba de las maravillas que encontraba a cada paso viviendo en el campo. Me siento bendecida y agradecida por haber podido experimentar eso y por estar rodeada de personas que me hicieron estar en contacto con la naturaleza, con mi naturaleza.
Al comienzo de la semana pasada, cuando el bus me llevaba de casa al trabajo, cuando del otro lado de la vía los autos, los buses, las motos esperaban en una inquietante procesión el paso libre para llegar a la ciudad, yo de la otra vía iba observando lo que había a mi alrededor y como siempre pasa ... maravillándome de todo.
De tanto en tanto, el rosado casi hipnótico de un tajy pyta (lapacho rosado) se dejaba mostrar algo oculto entre otros árboles pero no lo suficiente para agradar a la vista de quien quisiera ser agradado. Un poco más allá, otro lapacho, en la otra cuadra otro y el que más me hizo sonreír diciendo: ¡Qué rova'ata!! y de la nada sonreír desde todo mi ser, era un tajy amarillo de no más de 2 metros , ¡Un enano! dirían los de su misma especie. ¡Un travieso! dirían los más frondosos... Sí, un tajy amarillo pequeño vibrando desde todo su ser.
Por eso me gusta la primavera.
Porque ella es un testimonio y un adelanto de lo que debe florecer en nosotros.
Es un testimonio porque nos evidencia con olores, colores, texturas, sentimientos, emociones… por lo que hemos pasado para dejar ir todo aquello que nos estanca y nos deja en el pasado, en el gozo que no hay nada mejor que el aquí y el ahora.
Es un adelanto porque nos muestra así como ese rova’ata del tajy amarillo que nuestra vibración es la que nos permite vibrar en un tono más alto, abrazando, relacionándonos con el otro de una manera más genuina. Es momento de florecer… de dejar ir todo aquello que aun no soltamos para estar en armonía con nosotros mismos, para gozar de la paz interior y proyectarnos desde nuestro ser. El único, el genuino, al que realmente amás
Hoy … te deseo la primavera(invierno) más florida de tu vida.
Hoy… deseo que respires siempre como ese tajy rova’ata para llegar a todo tu esplendor.
Hoy… deseo que dejes ir lo que ya no sirve y que florezcas con amor y bendiciones.
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