Al escuchar el Nombre de Dios,
un hombre se convierte en un Siddha,
un Pir, un héroe espiritual o un gran Yogui.
Al escuchar el Nombre de Dios,
se conoce la Realidad Suprema,
se conoce a la tierra y al toro que la sostiene,
y también se ven los cielos.
Al escuchar el Nombre de Dios,
el hombre conoce los continentes,
los planetas y los bajos mundos.
Al escuchar el Nombre de Dios,
el hombre se libera del tormento de la muerte.
O Naanak, el devoto siempre está alegre:
escuchando el Nombre de Dios,
su dolor y sus pecados desvanecen. (8)
* El Octavo Pauri te dará el poder de ser un sabio perfecto.
viernes, diciembre 27
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