martes, agosto 17

La carta
















- ¿Qué escribis?
- Cosas…
- Qué cosas?
- Cosas, cosas- y seguí escribiendo sintiendo los ojos que espiaban mi mano encima del papel.
- Pero qué cosas?- su tono de voz bajó a un susurrantetonoamenazadorde contame que es.
- S e c r e t o s- respondí dándome cuenta de que era una respuesta acertada
- S e c r e t o s- respondió en mi mismo tono de voz. Y se quedó ahí, en un silencio sin ojos, sin voz… Su silencio fue un secreto para mi, que no pude dejar de admirar.
- Querés saber?- pregunté sin levantar la mirada, sintiendo su latido alocado en mi corazón.
- No- fue su única respuesta.
- No?- le respondí en su mismo tono
- No- de nuevo la misma respuesta.
- Por qué no?
- Porque no- y esta vez si encontré su mirada. -Porque no quiero- respondió con un gesto de impaciencia.
- Por qué no querés?- quise saber más de sus sentimientos
- Porque no quiero entender, porque no quiero crecer- inhaló rápido y siguió- Porque no me quiero perder de vos, simple ¿no?- y su secreto me arrugó el corazón.


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