Hoy puse en un platillo de la balanza todos mis odios, y en el otro todos mis amores.
Vi como se balanceaban tratando de ser uno más que el otro.
Y en el interín sentí que todo estaba en equilibrio... porque si las cicatrices enseñan y dejan marcas, las caricias también...
Pues prefiero que mi balanza se incline más al segundo lado, es más, lo escojo.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarquando se consegue aprender através dos golpes duros, também se consegue aprender através dos toques suaves...
um beijo grande para ti
Recibimos lo que damos y damos lo que recibimos. No siempre podemos dar amor pero podemos intentar no dar dolor
ResponderEliminarLobito la vida es dual: odio-amor van juntos, si sólo nos concentráramos en una parte no entenderiamos la esencia del mismo...
ResponderEliminarBesotes
=)
Asi mismo aprendiz... ahi está la balanza de la vida.
Abrazos
=)
Sólo damos lo que podemos dar kendopitecus, lo que está dentro nuestro, lo que somos y obviamente lo que damos lo recibimos.
Pero no estoy hablando del dar y recibir.
Estoy hablando del odio y del amor.
Cuando odias, odias con toda tu entraña, tan profundamente, tan dolorosamente que podés destruir con toda esa energía a tu enemigo, al otro... y esa energía jamás usarías sobre tu amante, sobre las personas que amas... sin embargo, una energía asi que proyectás en amor, crea.
He ahi la dualidad del odio y del amor. Ambas son energias muy fuertes: el odio es una energía destructiva y el amor es una energía creativa. Y como energías aprendés de las mismas porque enseñan y dejan marcas.
El tema es decidir en cual energía moverte, pero siempre, siempre... están las dos presentes en la vida de cada cual
Abrazos
=)